No es la primera vez, como muchos sabéis, que hablo de la Iglesia en Lastrend, al hilo de las noticias que han salido en los últimos meses en relación al abuso de menores y el aborto. Estos post han sido más bien críticos con la institución eclesiástica independientemente de si es católica, protestante o islámica. Pero por una vez, he de aplaudir a un miembro eclesiástico, que ha decidido admitir la responsabilidad de la Iglesia en el tema de los abusos a menores. Se trata de monseñor Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal. Este hombre se ha mostrado severo al afirmar que "no hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito... Si algún sacerdote comete este tipo de delito, nosotros como Iglesia Católica pedimos perdón". Además, la máxima autoridad eclesiástica chilena, ha solicidado a la ciudadanía en general y a la comunidad feligresa en particular que denuncie este tipo de hecho, asegurando que "es total nuestro compromiso de velar incesantemente porque estos gravisimos delitos no se repitan".
Goic también quiso desligar los actos de pedofilia de la condición de celibato propia de los sacerdotes: "El celibato no es sólo un don que Dios dá a los que somos sacerdotes, ha habido científicos a lo largo de la historia de la humanidad que han sido célibes porque se han dedicado a una causa noble como es investigar algún remedio para enfermedades. La pedofilia es una enfermedad". Y aunque a mi me parece que la primera parte de esta declaración es mezclar churras con merinas, lo de que la pedofilia es una enfermedad me parece una aseveración de lo más acertada.
Todas estas declaraciones de Monseñor responde a una serie de declaraciones de otros miembros eclesiásticos como las del Cardenal y Secreatario del Vaticano, Tarcisio Bertone, que no se le ocurrió mejor cosa que afirmar que homosexualidad y pederastia están directamente unidas. Vamos, que algunos estarían mejor callados. Y aunque las declaraciones de Goic, creo que van a servir más bien de poco y que, una forma de evitar los abusos a menores, sería la anulación del celibato, al menos alguien en la Iglesia ha sido capaz de entonar un mea-culpa y pedir perdón por los abusos. A ver si otros siguen el mismo ejemplo.
Noticia completa: El Mundo.