Esta semana, rebuscando en la red temas que pudieran ser interesantes para Charlas de café/Lastrend, me encontré el siguente artículo 30 enseñanzas feministas para mi hija. El título me llamó la atención, no sólo porque aborda el tema del feminismo, en el que me voy formando cada vez más, conociendo su origen, evolución y diferentes vertientes, sino también porque aborda un tema que, en la sociedad en la que vivimos, me parece muy complejo: la maternidad. Dicho artículo cuenta como Maureen Shaw, fundadora y editora en jefe de Sherights.com escribe una carta de enseñanzas para su niña en la que le explica cosas como "solo tú puedes/debes tomar tus propias decisiones sobre si/cuando querrás ser madre. Claro, me gustaría tener nietos algún día, pero si –y solo si– tú estás lista para ello", "tus partes femeninas, si bien poderosas, no son lo que te definen. También tienes un cerebro, un sentido del humor y un millón de otras cualidades que te hacen ser genial" o que "la talla de tus vaqueros es sólo un número en una etiqueta. No define tu valor", entre otras cosas. Lo cierto, es que estoy de acuerdo con prácticamente todas las afirmaciones que se realizan en este articulo pero le veo un fallo. Y es que creo que, por desgracia, seguimos centrándonos en educar sólo a las niñas cuando son ambos sexos -niñas y niños- a quienes se debe educar en estos valores. Ante esta situación, he hecho una autoreflexión y es ¿qué enseñanzas feministas me gustaría inculcarle a mi hijo? Asi que aquí van los valores que espero ir poco a poco ir introduciendo en la educación de mi enano, tomando como base y, en algunos casos compartiendo, la carta de Shaw.
1. Ser hombre no te da poder sobre las mujeres. Ambos sexos somos iguales y estamos igualmente capacitados para realizar todo tipo de tareas (ya sean profesionales, domésticas, deportivas...)
2. El cuerpo de una mujer no la define. No juzgues por la apariencia física, pero ni a las mujeres ni a nadie. Conoce a todo el mundo, escucha y aprende. Todo las personas, independientemente de que sean hombre o mujer, te pueden enseñar y aportar muchas cosas.
3. El sexo siempre debe ser consensuado. Ser hombre no te da derecho a forzar a nadie.
4. La ropa que lleve una mujer es asunto suyo. Como si quiere ir desnuda. Su cuerpo es suyo y merece respeto. También al revés, tu cuerpo es sagrado y nadie tiene derecho a criticarlo.
5. El saber es poder. Lee, involúcrate en discursos poderosos, cuestiona a los que tienen el poder. Serás una mejor persona al hacer estas cosas (carta de Shaw).
6. Sé un aliado, no un Caballero Salvador. Escucha a los demás, y presta tu apoyo y compasión; no trates de salvar a nadie (carta de Shaw).
7. Entiende que cada persona tiene una historia y un pasado distinto a los demás, y que cada una de esas historias y pasado tienen valor (carta de Shaw).
8. Ríe y sonríe tanto como puedas, incluso –de hecho, especialmente– frente a la adversidad (carta de Shaw).
9. Apoya a las mujeres que tengas a tu lado. De hecho, apoya a todas aquellas personas cuyas reivindicaciones sean justas, honestas y tengan valor. Protesta contra las injusticias y levanta tu voz. Protesta cada vez que creas que es necesario, pero reflexiona antes. Y jamás, jamás, uses la violencia en contra de nadie.
10. Viaja cada vez que pueda. Incluso si físicamente es imposible viajar a un lugar lejano, lee sobre él. Mira documentales. Exponerte a otras culturas es de vital importancia para construir tolerancia y comprensión (carta de Shaw).
11. Nunca uses tus privilegios (financieros, raciales o de educación) para imponerte a otros.
12. No hay nada de malo en que te gusten las cosas que le gustan a tus amigos, si genuinamente te gustan también a ti. Pero no temas ir contra la corriente y apasionarte por algo que no sea popular o genial. (carta de Shaw).
13. Aunque culturalmente no se critique, silbar a una mujer por la calle o soltar lindezas (que antes se entendían por piropos) no son elogios y puede/suelen sentar muy mal. Las mujeres no son objetos y odian ser tratadas como tal.
15. Nunca uses términos como zorra o puta para menospreciar a una mujer. Lo único que conseguirás es demostrar que no eres un hombre de verdad.
16. Olvídate de que los hombres no lloran. Eso es una estupidez. Los hombres de verdad muestran sus sentimientos, son valientes y saben afrontar sus emociones y si tienen que llorar, lloran.
17. Por encima de todo, RESPETA. Respétate a ti mismo y respeta a los demás, sin importar sexo, raza o religión.
Ah! Y mientras seas niño, juega con lo que te apetezca. No hay juguetes para niños o niñas. Los juguetes son juguetes. ¡Disfruta!
Y después de mucho pensar, creo ques estas son las principales enseñanzas feministas (recordando que el objetivo último del feminismo es lograr la igualdad de géneros) que me gustaría brindarle a mi niño. Sólo espero conseguirlo. Y a vosotr@s, ¿qué valores os gustaría inculcar a vuestr@s hij@s? Tenéis todo el finde para contárnoslo. Y recordad que si os ha gustado el artículo, podéis compartirlo en vuestras redes sociales. ¡Disfrutad del fin de semana!