Se acercan las Navidades y con ellas los regalos. A much@s nos encantan que nos regalen ropa interior, asi que hoy me gustaría acercaros a unas marcas de lencería cuyas prendas no son sólo estupendas, sino también ecológicas. Es el caso de la empresa Eco-Boudoir que, hace ya un par de años, lanzó una campaña bajo el slogan ¿Si no sabes lo que llevan tus bragas, deberías usarlas?. Y es que esta empresa se convirtió, de esta forma, en la avanzadilla de lo que se ha denominado lencería bío: ropa interior elaborada con algodón tratado sin pesticidas ni fertilizantes o con fibra de bambú o madera y coloreadas con tintes respetuosos con el medio ambiente. Porque, según los datos aportados por esta compañía, para fabricar algo tan pequeño como unas bragas se requieren unos 1.800 millones de euros en pesticidas para el cultivo del algodón, se necesitan 20.000 litros de agua para su tratamiento y se desprenden 18 kg de CO2.


Ya hace tiempo que las grandes pasarelas de la moda apuestan por la moda ecológica, con tejidos orgánicos y comprometidos con el comercio justo y en 2006, Greenpeace ponía en marcha una campaña denominada moda sin tóxicos en la que dieciseis diseñadores españoles diseñaban prenda con este tipo de tejidos. Mango o Camper fueron dos de las cadenas de ropa que se unieron a esta iniciativa. Incluso existe una etiqueta internacional, Made in green, con la que se garantiza que el producto ha sido fabricado en centro de producción que respetan el medioambiente. Eco-Boudoir ha llevado esta experiencia ahora a la ropa interior, mostrando los niveles de contaminación que produce la fabricación de la lencería.

Pero Eco-Boudoir no es la única empresa que se dedica a fabricar ropa interior ecológica. Promostyle, Enamore, Gossypium o la empresa Occidente son otros de los fabricantes de ropa interior que se han unido a esta tendencia. De Occidente, cabe destacar que fabrica lencería con bodardos de encaje, leggins y pijamas de colores suaves y con botones hechos de madera reciclada. Las prendas son fabricadas en Túnez por una empresa familiar. Otra empresa que destaca en este ámbito es GreenKnickers (personalmente, me chiflan) quienes venden sus productos por internet. Esta compañía inglesa, formada por dos amigas, produce ropa interior 100% orgánica. Destaca entre sus productos, unas bragas que cambian de color con el aumento de la temperatura corporal. Además, se puede observar el impacto del calentamiento global sobre un mapa de la tierra dibujado en la prenda. La ropa interior de GreenKnickers, cuyos precios varian de los 15 hasta los 50 euros, aproximadamente, también se fabrican en su versión masculina.



Y es que las empresas de lencería ecológica no se han olvidado de su público masculino, porque ellos también pueden estar atractivos y ser ecológicos. Uno de los primeros en crear este tipo de prenda para hombres fue Calvin Klein que comercializa Calvin Klein Naturals, confecciones clásicas, fabricadas con algodón 100% natural y orgánico y que, al tiempo, aportaba la mayor comodidad. Otras cadenas como Giulio presentan también calzoncillos ecológicos, pero no se quedan sólo en los materiales anteriormente citados, sino que, además, experimentan con otros como la fibra de leche. Asi que ya sabéis, regalos originales y ecológicos para quedar estupendamente.

No sabía yo, hasta hace un par de días, que esto existía. Hablo de las copas menstruales o lo que es lo mismo y, como pongo en el título, una alternativa ecológica a los tampones. Resulta que esto existe desde los años 30 aunque, por un lado, por tabúes de la época y, por otro, porque no resultan tan rentables para las empresas fueron los tampones los que se impusieron en el mercado. Estas copas están realizadas en silicona, por lo que su introducción es sencilla, ya que se pueden doblar. Al igual que los tampones tienen un sistema para que su retirada resulte cómoda y fácil. Una vez introducida, las copas recogen el fluido y aguantan de cuatro a ocho horas (en función de la cantidad de flujo, ya sabemos que no todas las mujeres tenemos el mismo tipo de regla). Cuando se retira, se lavan y son reutilizables, tanto que, bien cuidadas, pueden durar hasta diez años. Su precio, unos 30 euros, algo más que económicos, si echámos cuentas de cuánto dinero nos dejamos en tampones o compresas a lo largo de los años que tenemos la regla. Lo cierto es que el sistema me parece curioso, aunque no sé hasta que punto será cómodo. ¿Alguna conocía la existencia de estas copas? ¿Las usariáis? Como siempre, espero vuestras opiniones. Mientras, aquí os dejo un vídeo explicativo sobre su colocación y conservación. Y si queréis más información, hoy a las 19:oo horas, promotores de las copas menstruales Mooncup darán una charla en la Cooperativa Zocamiñonca (en el Castrillón) sobre estas alternativas ecológicas.



Más información en la web de las Mooncup.

Discotecas que aprovechan la energía gastada por los asistentes en la pista de baile para convertirla en electricidad, gimnasios que usan la energía de sus deportistas para hacer lo mismo y empresas que usan bambú y fibras naturales para elaborar sus prendas. Estas son algunas de las tendencias actuales para colaborar en la protección del medio ambiente. Pero una de las que más llama la atención es de las denominadas peluquerías ecológicas y es que por tod@s es bien conocido lo dañino que son lacas, tintes y otros productos de belleza. Este movimiento ha cobrado importancia desde hace dos años, cuando diversas instituciones representantes de los profesionales de la peluquería francesa firmaron el Tratado de Desarrollo Sostenible de la Profesión Peluquera. Este documento permite a los profesionales del sector de la peluquería que lo soliciten, mejorar los hábitos y prácticas diarias en el ámbito del medioambiente, de lo social y laboral. Inglaterra y Estados Unidos son otros dos países que han habilitado peluquerías y salones de belleza ecológicas. Ahora este movimiento llega a España en locales de Madrid, Cádiz o Barcelona.


El Tratado de Desarrollo Sostenible firmado en Francia el pasado año permite a los profesionales de la peluquería trabajar con productos naturales que pueden reemplazar perfectamente a los que contienen sustancias nocivas, como el agua oxigenda, el amoníaco, parabenos, metales pesados o resorcinol, por citar sólo alguno de los más de 30 compuestos químicos que se pueden encontrar entre los productos de las peluquerías. Es por ello que algunos centros de belleza de España ya están cambiando el chip y los productos que usan por otros que no contengan estos elementos. Sin embargo, hay que ser cuidadoso y tratar de averiguar hasta qué punto los productos son elaborados con extractos naturales. Si realmente lo son, deben estar certificados por los organismos competentes. Así, marcas como Sanoflore o Weleda tienen este reconocimiento, ya que cultivan sus propios ingredientes biológicos, no contienen conservantes, disolventes, siliconas, amoníaco, ni aceites de origen petroquímico.


En España, uno de los salones ecológicos más destacados es Ecoxhair. Este centro de belleza utiliza y vende productos elaborados con extratos vegetales, separa los residuos para el reciclaje, minimiza el uso de aerosoles e imprime documentos en material reciclable. Y todo ello, sin perder de vista los gustos de sus clientes. Otras peluquerías y centros de belleza también exigen que los productos que usan no sean testados en animales. Los más concienciados incluso dan información sobre el proceso de extracción de materias primas. Otras usan sistemas para hacer un uso eficiente de energía y agua. En este sentido, se ha puesto a disposición de todas las peluquerías la Guía de Buenas Prácticas. Sin embargo, en España aún falta mucho por hacer ya que, por ejemplo, en Estados Unidos existen verdaderas peluquerías CO2 que cuentan con certificados y en las que se controla desde el uso de la luz y el agua, pasando por los productos hasta llegar al entorno, como la que podéis ver en el siguiente vídeo. La mejor manera de aunar belleza y protección del medioambiente.