El pasado 18 de febrero en este mismo blog, hablaba de las declaraciones que la Iglesia hacía al hilo de las denuncias contra el clero por abusos a menores. Pues hoy se me vuelven a poner los pelos de punta por dos temas: el primero, las declaraciones del hermano mayor del Papa Ratzinger y, por otro, debido a la nueva campaña contra el aborto que ha sacado esta santa inquisición, perdón, quería decir institución. Para empezar, resulta que el hermano del Papa, Georg Ratzinger, de 86 años, dirigía un coro de niños, algunos de los cuales sufrieron abusos. Pues Ratzinger el mayor dice que no sabía nada del tema. En una entrevista concedida al periódico Passauer Neue Press, el religioso insistió en que nunca había estado informado de los delitos de abusos sexuales cometidos en el internado del coro. "El problema de los abusos nunca fue abordado y nunca se habló de este tipo de asuntos", afirmó.
Claro, es que nadie se espera que los curas se callen esas cosas. Todo el mundo espera que vaya un religioso a decirle: "oiga, mire, que he abusado de los niños del coro". No toquemos las narices. Hay denuncias en medio mundo por este tema y este hombre no se entera. ¿Qué vive en un universo paralelo? Pero si esto ya es grave, más lo son otras declaraciones hechas por Georg Ratzinger en la entrevista en la que afirma que acostumbra infligir duros castigos corporales a los alumnos y admitió que muchos niños le habían contado, durante las giras que realizaba el coro, los malos tratos que recibían, pero que nunca le habían sugerido que era necesario hacer algo en contra. "Si hubiera sabido de la violencia exagerada con la que actuaba, hubiera dicho algo. Pido perdón a las víctimas". ¿Hace falta que yo diga algo más o a todos se nos está pasando lo mismo por la cabeza?
Y luego tienen las santas (y nunca mejor dicho y perdón por la expresión malsonante) pelotas de exigir a las mujeres que no aborten y presentar campañas como la del lince o la que hicieron pública ayer, bajo el lema "¡Es mi vida!... Está en tus manos". También estaba en su mano el evitar abusos y el no maltratar a aquellos niños. Una vez más, sólo siento vergüenza e indignación ante estas declaraciones. Pena que sólo nosotros y no ellos seamos quienes tienen estos sentimientos. Pero claro, "acusar a la Iglesia sólo por los casos de pederastia, falsea la realidad", Vaticano dixit.
Noticia original: La Voz de Galicia.
Claro, es que nadie se espera que los curas se callen esas cosas. Todo el mundo espera que vaya un religioso a decirle: "oiga, mire, que he abusado de los niños del coro". No toquemos las narices. Hay denuncias en medio mundo por este tema y este hombre no se entera. ¿Qué vive en un universo paralelo? Pero si esto ya es grave, más lo son otras declaraciones hechas por Georg Ratzinger en la entrevista en la que afirma que acostumbra infligir duros castigos corporales a los alumnos y admitió que muchos niños le habían contado, durante las giras que realizaba el coro, los malos tratos que recibían, pero que nunca le habían sugerido que era necesario hacer algo en contra. "Si hubiera sabido de la violencia exagerada con la que actuaba, hubiera dicho algo. Pido perdón a las víctimas". ¿Hace falta que yo diga algo más o a todos se nos está pasando lo mismo por la cabeza?
Y luego tienen las santas (y nunca mejor dicho y perdón por la expresión malsonante) pelotas de exigir a las mujeres que no aborten y presentar campañas como la del lince o la que hicieron pública ayer, bajo el lema "¡Es mi vida!... Está en tus manos". También estaba en su mano el evitar abusos y el no maltratar a aquellos niños. Una vez más, sólo siento vergüenza e indignación ante estas declaraciones. Pena que sólo nosotros y no ellos seamos quienes tienen estos sentimientos. Pero claro, "acusar a la Iglesia sólo por los casos de pederastia, falsea la realidad", Vaticano dixit.
Noticia original: La Voz de Galicia.
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