Esta localidad de apenas 15.000 habitantes ha tomado por lema Cultiva tu propia revolución. El proyecto ha sido creado por varios voluntarios interesados en mejorar su comunidad y está financiado mediante las aportaciones de empresas, organizaciones y particulares. Incredible Edible comenzó su andadura en 2008, cuando la comunidad decidió luchar contra la posible escasez de comida enseñando a los ciudadanos los conceptos básicos sobre el cultivo de los alimentos, la calidad de los mismos y el peligro que supone modificar el medioambiente. La estrategia resultó un éxito y los vecinos comenzaron a cultivar sus propios alimentos.
Estas medidas se han trasladado también a las escuelas, donde los estudiantes son los encargados de cultivar los alimentos que se consumirán en el comedor escolar. La finalidad de Incredible Edible es extenderse a nivel nacional, de forma que el país entero pueda producir sus propios alimentos. Así, los responsables del proyecto se han marcado diez metas para este 2010, como construir escuelas que fomenten la producción, transformar los edificiones de sanidad pública mediante plantas comestibñes y árboles frutales como parte integrante del diseño y el espacio de trabajo, presionar a los poderes públicos para que liberen las tierras para el cultivo de alimentos o apoyar la producciónn local de alimentos mediante un sistema de planificación que localice todos los lugares donde se cultiva.
El proyecto ha sido galardonado con diversos premios medioambientales y está logrando despertar el optimismo y la autoestima de los habitantes del lugar que están retomando su sentido de la propiedad y de la localidad, redescubriendo que los espacios públicos les pertenecen y que pueden hacer un uso construcivos de ellos. Además, Incredible Edible ocupa a numerosas famiulias que se encargan de la recolecta de frutas y hortalizas y de compoartir los frutos de su trabajo. ¿Y a vosotr@s que os parece esta medida? ¿Veriáis posible que se llevara a cabo en ciudades como Coruña? ¿Estarían dispuestos los ayuntamientos a devolver a los ciudadanos espacios para el cultivo? Estaría bien pensar que sí, aunque creo que la triste realidad es que no, sino ¿dónde quedaría el consumismo desaforado al que nos impulsa el mercado actual?
Vía Ladyverd.