Desde la emisión de 21 día en el mundo del porno, no hago más que mantener conversaciones sobre este programa de Cuatro y sobre su presentadora, Samantha Villar. Y la verdad, es que todavía no sé muy bien qué pensar. El programa y esta chica me despiertan sentimientos encontrados. Por un lado, reconozco que la labor de Villar no es fácil: me parece que hay que echarle muchas narices para, por ejemplo, pasar 21 días en la calle viviendo entre mendigos. Lo que también me lleva a plantearme ¿hasta qué punto está Samantha realmente sola en estos programas? ¿qué equipo tiene detrás que probablemente los espectadores no veamos?.
Otro punto que tiene a su favor 21 días son las entrevistas. Como periodista, creo que están bien enfocadas y documentadas. Salvo en 21 días machacando mi cuerpo, en el que para mi gusto que se desviaron un poco del tema. En el resto de los programas no hay quejas. Siguiendo la línea marcada por Callejeros, las personas que aparecen en el espacio dirigido por Villar aportan datos y puntos de vista de lo más interesante.
Pero aquí viene la parte negativa. No puedo con esta chica. Muchos temas le vienen grandes y sus reflexiones me parecen de juzgado de guardia. ¿Cómo le puedes decir a un grupo de personas ciegas "Ojalá me pudieráis ver cómo os veo yo ahora"? o preguntarle a una mujer que está trabajando en la mina "¿no has pensado en prostituirte en lugar de trabajar en la mina?" o en 21 días viviendo entre cartones, cuando se da una ducha afirmar que "esto es lo primero normal que hago en 48 horas, porque vivir en la calle significa pasar frío y hambre"... Y es aquí cuando me planteo dónde se sacó esta señorita el título de periodista y si no se querrá demasiado a sí misma. La gente con la que he hablado (que no han sido pocos) afirman más o menos lo mismo.
Hasta los propios entrevistados (Carmen Lomana o Antonio Escohotado -podéis ver la entrevista en el vídeo de arriba- por citar sólo a dos de muchos) han dejado a Samantha Villar en evidencia, debido a las preguntas y reflexiones que ha realizado en múltiples ocasiones. Es por todo esto que no acabo de cogerle el gusto a 21 días y que no tenga muy claro si realmente es periodismo o un mero espectáculo para lucimiento de Villar. Me gustaría saber vuestras opiniones, ¿os gusta 21 días? ¿qué pensáis de Samantha Villar?
Sitio original: 21 días en Cuatro
Pero aquí viene la parte negativa. No puedo con esta chica. Muchos temas le vienen grandes y sus reflexiones me parecen de juzgado de guardia. ¿Cómo le puedes decir a un grupo de personas ciegas "Ojalá me pudieráis ver cómo os veo yo ahora"? o preguntarle a una mujer que está trabajando en la mina "¿no has pensado en prostituirte en lugar de trabajar en la mina?" o en 21 días viviendo entre cartones, cuando se da una ducha afirmar que "esto es lo primero normal que hago en 48 horas, porque vivir en la calle significa pasar frío y hambre"... Y es aquí cuando me planteo dónde se sacó esta señorita el título de periodista y si no se querrá demasiado a sí misma. La gente con la que he hablado (que no han sido pocos) afirman más o menos lo mismo.
Hasta los propios entrevistados (Carmen Lomana o Antonio Escohotado -podéis ver la entrevista en el vídeo de arriba- por citar sólo a dos de muchos) han dejado a Samantha Villar en evidencia, debido a las preguntas y reflexiones que ha realizado en múltiples ocasiones. Es por todo esto que no acabo de cogerle el gusto a 21 días y que no tenga muy claro si realmente es periodismo o un mero espectáculo para lucimiento de Villar. Me gustaría saber vuestras opiniones, ¿os gusta 21 días? ¿qué pensáis de Samantha Villar?
Sitio original: 21 días en Cuatro
1 comentarios:
Samantha Villar puede ser periodista (ella sabrá) pero eso no le da inmunidad para hacer todas las gilipolleces que se le puedan ocurrir. El programa es un puro reclamo publicitario sin contenido, no hay más que ver el formato, los anuncios y la forma que tienen de programarlo. Los tres primeros minutos del programa ya avanzan lo que va a ser la opinión con la que nos van a machacar la cabeza, y, la verdad, el punto de vista del programa siempre coincide con la opinión más populista y conservadora. El formato sería interesante si los temas se tratasen con ingenio e independencia, no como si fuesen los trillados debates de la Noria. Eso sí, dudo mucho que la pobre Samantha Villar valga para algo más que para la mierda que hace.
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