Pues sí... Cada vez odio más a la gente. No, no me he vuelto loca, pero ¿no os pasa que estáis cansad@s de ir a una cafetería, pedir algo, dar las gracias cuando te traen la consumición y que ni te miren? ¿no estáis hart@s de ir andando por la calle y que la gente no se eche a un lado para que podáis pasar? Y esto son sólo dos ejemplos. Pues yo sí. Gracias a la educación que me ha dado mi familia, suelo decir buenos días, pedir las cosas por favor, dar las gracias y ceder el asiento en el bus a personas mayores o mujeres embarazadas. Pero creo que soy una de las pocas personas que lo hace. Y os preguntaréis a que viene todo esto. Pues muy sencillo.
Ayer, aprovechando que hacía sol, mi novio y yo decidimos ir a dar un paseo en bici por el paseo marítimo de nuestra ciudad. Pero claro, el carril bici es casi nulo y se limita a dos miserables partes. Asi que si quieres ir a dar una vuelta en condiciones o te metes por la carretera, lo cual con el tráfico que hay en Coruña es casi un suicidio, o te metes por la acera, yendo con cuidado, frenando y tratando de no atropellar a nadie. Pero, ¿qué pasa cuando una niña, cuya madre está muy ocupada hablando con su amiga y pasando kilos y kilates de su hija, sale de la nada, corriendo y sin mirar hacia donde? Pues que tienes que frenar de golpe, tratando de mantener el equilibrio y no pegarte un tortazo y, lo más importante, intentando no llevarte a la niña por delante. Pero ojo, ni se te ocurra decirle a la niña que mire por dónde va, porque en ese momento salta la madre -sí, la misma que hasta ese momento no le estaba haciendo puñetero caso- a decirte que ese no es un carril-bici. A lo que le constestas que vigile a su hija y la cosa se pone peor.
Y a mi me da igual que la niña se meta delante y la madre me grite, si no sabe cuidar de su hija no es mi problema, pero me pregunto si la madre actuaría igual, sin en vez de casi comerme yo a la niña, la chavala en su despiste hubiera empujado a una anciana. Seguro que la madre corría a disculparse. Es por eso que estoy harta de la gente, de que no miren por dónde camina, de que se pare en el medio y medio de la calle sin mirar si viene alguien más y de que se le grite a la gente joven o a los que vamos en bici, con todo el cuidado posible. Por favor, un poco de educación nunca sobra y menos en esta sociedad en la que se están perdiendo valores como el respeto y la consideración hacia los demás.
Ayer, aprovechando que hacía sol, mi novio y yo decidimos ir a dar un paseo en bici por el paseo marítimo de nuestra ciudad. Pero claro, el carril bici es casi nulo y se limita a dos miserables partes. Asi que si quieres ir a dar una vuelta en condiciones o te metes por la carretera, lo cual con el tráfico que hay en Coruña es casi un suicidio, o te metes por la acera, yendo con cuidado, frenando y tratando de no atropellar a nadie. Pero, ¿qué pasa cuando una niña, cuya madre está muy ocupada hablando con su amiga y pasando kilos y kilates de su hija, sale de la nada, corriendo y sin mirar hacia donde? Pues que tienes que frenar de golpe, tratando de mantener el equilibrio y no pegarte un tortazo y, lo más importante, intentando no llevarte a la niña por delante. Pero ojo, ni se te ocurra decirle a la niña que mire por dónde va, porque en ese momento salta la madre -sí, la misma que hasta ese momento no le estaba haciendo puñetero caso- a decirte que ese no es un carril-bici. A lo que le constestas que vigile a su hija y la cosa se pone peor.
Y a mi me da igual que la niña se meta delante y la madre me grite, si no sabe cuidar de su hija no es mi problema, pero me pregunto si la madre actuaría igual, sin en vez de casi comerme yo a la niña, la chavala en su despiste hubiera empujado a una anciana. Seguro que la madre corría a disculparse. Es por eso que estoy harta de la gente, de que no miren por dónde camina, de que se pare en el medio y medio de la calle sin mirar si viene alguien más y de que se le grite a la gente joven o a los que vamos en bici, con todo el cuidado posible. Por favor, un poco de educación nunca sobra y menos en esta sociedad en la que se están perdiendo valores como el respeto y la consideración hacia los demás.
1 comentarios:
No puedo estar más de acuerdo. Y es una pena, porque al final tendemos a odiar a nuestros congéneres, y además hacen méritos para ello. Quizás sea porque somos de la misma generación, pero también intento ser educado, a pesar de que me invitan a faltar al respeto constantemente.
Añade a tu colección esas señoras que se te cuelan en la charcutería, o las que ponen la cesta de la compra en la línea de caja y se van a hacer la compra, asegurándose un sitio privilegiado en la cola. Y pobre de tí como pases de su cesta y te pongas delante. Y los conductores que se cambian de carril sin mirar ni señalizar, y si les increpas te llaman de todo menos bonito. Y... y... y... Qué asco de humanidad, oye.
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