Buenas tardes. ¿Qué tal habéis pasado el fin de semana? Espero que de maravilla. Antes de entrar en el tema que quiero tratar hoy, tengo que agradeceros a todos el apoyo que estáis brindando a Lastrend en su vuelta. No podría haber tenido una acogida más calurosa. Miles de gracias a tod@s los que estáis siguiendo el blog y apoyándolo en las diferentes redes sociales en la que tengo perfil. Y ahora, al lío.
Como os comentaba en la entrada de presentación, en estos dos años de silencio me he convertido en madre. Y desde entonces, no sólo he descubierto de qué va realmente esto de la maternidad (me he dado cuenta de la cantidad de tópicos y mitos que la rodean), sino que he descubierto muchos tipos de maternidades y terminos relacionados con la misma y uno de los que más me ha llamado la atención es el de Empoderamiento.
A lo mejor, much@s ya sabéis de que se trata, pero a otr@s igual os suena a chino. No me voy a extender mucho en su definición, que para eso esta la wikipedia, aunque para los perezosos que no quieran pinchar en el enlace decir que el empoderamiento se refiere a un proceso mediante el cual las personas fortalecen sus capacidades,
confianza, visión y protagonismo en cuanto que forman parte de un grupo
social, para impulsar cambios positivos en las situaciones en las que
viven. Sin embargo, este termino tan general se ha concretado en el ámbito femenino como el proceso de cambio en el que las mujeres aumentan su acceso al
poder y como consecuencia se transforman las relaciones desiguales de
poder entre los géneros.
El empoderamiento femenino ha llegado a todos los ámbitos: económico, cultural, político, tecnológico... Y también al ámbito de la maternidad, donde las mujeres reclaman tomar sus propias decisiones y que estas se respeten. Y ello, va unido a una forma diferente de hacer las cosas, va unido al parto respetado, a la crianza con apego, al colecho, a la lactancia prolongada, a organizar un plan de vida en el que tengan cabida nuestros anhelos y nuestros deseos. Y ello no siempre es fácil. Siempre hay voces que cuestionan, que critican y que, incluso coaccionan. Es por ello que creo que para que una mujer pueda empoderarse debe de contar con grandes e incondicionales apoyos: de otras mujeres, de su familia y amigos y de su pareja porque a veces por mucho que un@ luche necesita el apoyo de otr@s para lograr su objetivo final.
Y vosotr@s ¿qué pensáis sobre el empoderamiento? ¿Conociáis este término?